LA HORA DEL DESCANSO

Además de los cortos descansos que nos podemos tomar durante el día, el más importante es el de la noche, toda vez que este es el más largo. Dormimos entre 6 u 8 horas los adultos, y 8 ó 10 horas los niños, por tanto es muy importante dónde y cómo lo hacemos.

NOS VAMOS A LA CAMA

PARTE-I

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora del descanso en una cama?

Elección de la cama.

Independientemente del gusto de cada persona, todos, a la hora del descanso buscamos la mayor comodidad, aunque a veces nos dejemos llevar por algunas modas o malos hábitos que no  benefician a nuestra espalda.

Hablamos de muchos tipos diferentes de camas, colchones, almohadas, etc.

LA CAMA

A la hora de elegir la cama un dato importante es la altura de la misma, ya que eso va a influir en la ergonomía de nuestra espalda.

Los muebles actualmente están estandarizados, y su altura suele estar dentro de unos cánones establecidos (no siempre por especialistas). Pero muchas  veces nos encontramos con camas excesivamente altas (a la hora de subirse a ellas), como las camas de muebles compactos (camas dobles, con cajones debajo, etc.), también ocurre el caso contrario, las camas muy bajas o en el suelo (camas orientales, diseños antiguos, futones, etc.). Estas pueden ser muy cómodas, pero para una persona con problemas de espalda, pueden representar una dificultad a la hora de acostarse o levantarse de forma continuada, poniendo en tensión la musculatura y ligamentos de la espalda, favoreciendo con ello el aumento del dolor que puedan tener, e incluso provocar la aparición de una lumbalgia.

EL COLCHÓN

Hay muchos tipos de colchones en el mercado y esto nos hace dudar muchas veces a la hora de elegirlos. No tiene porque ser mejor ni peor por la marca o por muchos adornos que lleve.

Se debe elegir un colchón por sus características, en cuanto a composición (que pueda transpirar por ejemplo, materiales no alérgicos, etc.), durabilidad, deformabilidad, ya depende el material que cada uno prefiera, pero sobre todo que sea el adecuado para nuestra espalda (ni muy duro, ni muy blando).  

LA ALMOHADA

Ha de ser adaptada a nuestro cuello (unos 10 cm. aprox.). Existen en el mercado muchos modelos: de fibra, látex, etc., diseñadas para dormir en diferentes posturas (boca arriba, de lado, boca abajo), lo cual a su vez puede hacer que la espalda se resienta por dormir de forma mal colocada.

Cuando dormimos boca abajo (decúbito prono), la espalda se encuentra en una postura incorrecta, pues además de la dificultad para la movilidad, la respiración, el cuello está en tensión, pasando esta al resto de la columna y aumentando con ello el dolor de espalda y posibles lesiones.

Cuando dormimos boca arriba (decúbito supino), no existe la tensión del  cuello, pero hemos de tener en cuenta que, la espalda debe estar en contacto con la cama y por la lordosis fisiológica (curva del cuello y final de la espalda), ésta no existe. Se compensa colocando un cojín o almohada bajo la flexura de las rodillas, con las piernas en semi-flexión.

Cuando dormimos de lado (posición fetal), a uno u otro lado, la espalda se encuentra mejor colocada, sobre todo si colocamos un cojín entre ambas piernas, a fin de compensar  la estabilidad de la cadera y la espalda y colocando la almohada en el hueco del cuello. Alternando uno y otro lado, para que no sobrecarguemos ninguno en exceso y presionemos órganos.

Durmamos de una manera u otra siempre es aconsejable acomodarnos con un cojín (si hay problemas de espalda) y realizar cambios posturales.

A continuación se explican las posturas con dibujos.

LA ROPA DE CAMA

Aunque nos parezca poco importante, la ropa de cama, puede jugar un papel relevante en el descanso, pues la ropa ligera (con poco peso) y adecuada a cada estación, no nos va a dar ningún problema para la espalda.

Sin embargo, todavía algunas personas siguen utilizando la ropa que utilizaban nuestros abuelos, buenas y compactas mantas, pero que tienen el inconveniente de tener excesivo peso y poca flexibilidad a la hora de dormir; por tanto no son tan aconsejables para las personas con problemas de espalda, debido al peso y a que no les permite gran movilidad para cambios posturales.

Un buen consejo para la espalda es evitar el frio, sobre todo en la zona lumbar.